Con poco más de treinta vacas, José Pedro, más conocido en Aliste por “Perriles”, trata de salir adelante en un oficio que le gusta y entiende. Pero no es fácil, tenemos las leyes que tenemos y la administración prima las grandes explotaciones. Aún así este hombre lucha a diario por mantenerse en una tierra que ama y no quiere abandonar. Perriles no es nada sin el “toyo”, ese barro de su pueblo que cuando llueve se pega a las botas y a las pezuñas de sus vacas. Por eso pasar un día con él, es volver al pasado, a las viejas costumbres, a la auténtica vida rural. Día a día, limpiando las naves, dando de comer al ganado; sacándolo a pastar al monte, es como se va dibujando su vida poco a poco; con trazos de territorio, tradiciones y saberes antiguos ya en decadencia. Perriles es la metáfora de una tierra maltratada.

 
TITULO
DESCRIPCION